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Un 15 de enero de 1824 nacía en Orne, Baja
Normandía, una mujer fascinante, engañada y mal encausada por su padre, que
vivió una vida que seguramente no eligió tener.
Marie Duplessis es como se hizo
llamar, su verdadero nombre era Rose-Alphonsine Plessis, y fue La Dama de
las Camelias-Margarita Gautier de Alejandro Dumas y Violetta Valery personaje
de La Traviata de Verdi.
Su padre con ascendencia deplorable: hijo
natural de una prostituta y de un sacerdote que nunca le dio su apellido. En
cambio, su madre tenía el linaje de una familia aristocrática. Lamentablemente
la Revolución Francesa hizo estragos hasta que finalmente habían perdido
título, propiedades y fortuna. En 1829, la madre abandonaría su casa y ella
quedaría a cargo de su padre, un hombre cruel e insensible, que muy probablemente
la inició en la manera de ganar dinero con la profesión más vieja del mundo: la
prostitución, cuando sólo era una niña de doce años.
Y así comenzó su larga lista de amantes,
señores de estirpe, que la convirtieron en la cortesana más famosa de la época.
Ya en París, y siendo la amante del conde de Guiche, decidió cambiar su
nombre por el de Marie, y añadir a su apellido la partícula Du, así darle
un toque más aristocrático a su vida, que realmente era todo un maquillaje de
su triste y miserable realidad. Tuvo muchos protectores que no solo le
ofrecieron joyas, y buena vida, la hicieron recibir clases de literatura,
danza, música y protocolo. Sus relaciones en general terminaban siempre de la
misma manera: las familias de sus amantes obligaban a éstos a abandonarla para
mantener el buen nombre de sus familias que ella opacaba…
Llegó a casarse con un conde, pero a edad muy
temprana aparecían síntomas de una enfermedad fatal: la tuberculosis.
Luego de
haber sido abandonada por Perregaux, conoció al embajador de Rusia en
Francia, el conde von Stackelberg quien la ayudaría a codearse con grandes celebridades
y se ganaría el seudónimo de La Divina Marie.
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Alejandro Dumas- hijo |
En 1844 conocía al que fue autor
de la famosa novela, La Dama de las Camelias, Alejandro Dumas-hijo.
Alejandro Dumas inmortalizó su
romance en la famosa novela La Dama de las Camelias dándole vida a Margarita
Gautier y a Armado Duval. Fue una relación que duró menos de un año, apasionada
y tumultuosa, como todo lo que rodeaba a Marie Duplessis.
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Marie Duplessis, por Camille Roqueplan, c. 1845. |
Llena de idas y vueltas, reclamos y reproches, Alejandro se aleja de
Marie dejándole la siguiente carta:
Querida
Marie,
No soy lo bastante rico para amarte como quisiera ni lo suficiente pobre para
ser amado como quisieras tú. Olvidemos todo entonces, tú un nombre que debe
serte casi indiferente, yo una felicidad que se me hace imposible. Es inútil
decirte cuánto lo siento porque tú sabes bien cuánto te amo. Entonces, adiós.
Tienes demasiado corazón como para no entender el motivo de mi carta y
demasiada inteligencia como para no perdonarme.
Mil recuerdos.
Según amigos del autor, la nota
no reflejaba el verdadero motivo de su abandono. Aseguraban que Alejandro tenía
terror de contagiarse la enfermedad de Marie.
A pesar de todo, ella tuvo otro
gran amor, quizás menos conocido, no menos importante en su vida. Mantuvo un
romance apasionado con el pianista húngaro Franz Liszt, con quien tuvo el mismo
final; en este caso Franz debido a sus compromisos laborales en resto de Europa
se distanció de París y de Marie.
Finalmente, fallecía el 3 de febrero de 1847, con tan solo veintitrés
años.
Su cuerpo yace en el cementerio
de Montmartre y en su lápida dice:
“Ici Repose ALPHONSINE PLESSIS
Née le 15 Janvier 1824 Decedée le 3 Fevrier 1847”.
Varios años después, Giuseppe
Verdi le ponía música al libreto basado en la novela de Dumas. La ópera fue
estrenada en Venecia y resultó un fracaso total. No obstante, al año obtendría
un gran éxito en París. Hoy, a la Traviata se la considera la ópera más
representada de la historia.
Así Marie Duplessis, ahora en el
papel de Violetta Valery, volvía a recrear el más absoluto romanticismo.
Fue una mujer que vivió rodeada
de lujos, de hombres, de excesos y trascendió seguramente por algo que no
planeó ser, una famosa cortesana, o en términos más autóctonos: una simple
prostituta. No tuvo muchas posibilidades de elección.
En la literatura quedó
inmortalizada como Margarita Gautier, en la música como Violetta Valery… Sí,
ella fue Marie Duplessis.